El vino rosado en España va adquiriendo gradualmente el protagonismo y espacio que se merece. Sigue por supuesto lejos de las cifras de consumo de los tinto y blancos, pero año a año vemos que las ventas se van incrementando tanto en la cesta de la compra como su disfrute por copas en bares y restaurantes.
Tengamos en cuenta desde el punto de vista de la elaboración que España es una gran potencia, ocupando la segunda posición después de nuestros vecinos los franceses que lideran también el ranking de consumo junto a Estados Unidos. España comercializa aproximadamente la quinta parte de la producción mundial de rosado vendiéndolo mayoritariamente en los mercados de exportación.
Además del prestigio de zonas como la DOCa Rioja, destacan por su calidad entre otras las Denominaciones de Origen Navarra, Cigales, Ribera Sacra o Bierzo. Su elaboración no es sencilla ya que hay que encontrar un equilibrio de color, intensidad y las uvas deben ser de primera calidad. En general, las uvas son tintas, de variedades de marcado carácter frutal como son la garnacha o el tempranillo como ocurre con nuestro Castillo de Albai Rosado.
El proceso clave para darle la personalidad a estos vinos reside en el momento de la vendimia y el cuidado en la elaboración. La uva se estruja y despalilla para que pase por un proceso de enfriamiento y posteriormente se introduce en depósitos donde se produce la “maceración” de los hollejos con el mosto. De esta forma se extrae la materia colorante y se aporta el color e intensidad al mosto. Esta operación tiene una duración variable, apenas unas horas, para evitar que junto con el color se difundan sustancias no deseables de los hollejos.
La representación que tiene Pagos del Rey- Rioja en esta categoría es Castillo de Albai Rosado – de varietal Tempranillo y Garnacha. Se trata de un vino con un atractivo color rojo pálido y tonos brillantes. En nariz destacan las frutas rojas con especial relevancia la fresa para aportar en boca que excelente equilibrio frutal y frescor. A principios de año el buen hacer de nuestro enólogo, se vio recompensado por una medalla de oro en el concurso Berliner Wein Trophy.